sábado, 19 de julio de 2014

Capítulo 5 - Por favor pajarito, dime que no estás muerta (Sandor Clegane)

Sansa simplemente asintió y se metió en el armario. Tyrion gritó como loco mientras iba por los pasillos “Sansa Stark ha huido de palacio insensatos. Buscadla". Tyrion no iba a permitir que la joven muchacha viviese amargada allí y más como su esposa. Poco después, Sansa escuchó la puerta y se quedó muy quieta.

-Lady Sansa, ya podéis salir de ahí. Todos los guardias del palacio os buscan así que es vuestra oportunidad para escapar.
- Sansa sale de allí y se estira el vestido. Todavía llevaba la capa puesta, eso le ayudaría- Gracias Lord Tyrion, no tenéis porque hacer esto y aún así lo haceis.
-No me lo agradezcais Lady Sansa. Sois todavía joven para casaros con alguien como yo. Vos tenéis 16 días del nombre y yo casi 40. Se os echará de menos en palacio lady Sansa, pero lo primero es vuestra felicidad. Venga iros ya antes de que me arrepienta.

Sansa asintió y salió de su habitación. Caminó con rapidez por los pasillos de palacio hasta llegar a la parte del jardín a la que nadie había llegado y salió por donde había entrado horas antes. Y se fue de aquel palacio que el que había sufrido tanto.
En ese momento no pensaba en otra cosa más que en correr. El plan de Tyrion había dado resultado y Sansa pudo escapar de palacio pero ahora si que corría peligro. Desde hacía unas cuantas calles, un pequeño grupo de hombres pobres la estaban persiguiendo. Otra vez se repetía la historia de hacía dos años y ahora no tenía a Sandor cerca para que la salvase. Continuó corriendo pero su vestido lo dificultaba. Se sacó la capa y la dejó caer, eso la ayudaría un poco pero no le sirvió de nada. Unas calles más adelante lograron atraparla. Lograron inmovilizarla en el suelo, aunque les había costado un poco por la resistencia que había opuesto Sansa. Tuvieron que dos de ellos sujetarle las piernas y otros dos los brazos.

Soltadme, no os he echo nada! -Sansa comenzó a gritarles y a removerse para zafarse de su agarre-
-Pequeña zorra no estáis en condiciones de decirnos nada -le susurró uno de ellos acariciando la mejilla de Sansa con el dorso de la mano- Somos cinco y vos solo sois una.

No soportaba que la tocasen de esa manera y menos que la llamasen zorra. Sansa intentó gritar pero uno de ellos le tapó la boca con la mano. Sansa le mordió y consiguió gritar un "ayudadme" antes de que la golpeasen contra el suelo. Del golpe habían echo que se cortase en la parte superior de la cabeza y comenzó a sangrar. Asustados por haberla asesinado, huyeron por donde habían venido.

Ese grito... a Sandor se le hacía muy familiar. Se quedó pensando unos instantes hasta que se dio cuenta, ¡era su pajarito y estaba en peligro! Tan rápido como pudo se levantó de la silla de aquella taberna y se apresuró al lugar de donde provenía el grito. Pero llegó tarde, cuando llegó, vio a su pajarito tendido en el suelo con los ojos cerrados. Se puso de rodillas a su lado y con mucho cuidado la cogió en brazos.

- Por favor pajarito, dime que no estás muerta. No podría vivir sin ti.

Pero su pajarito no respondía. Estaba inmóvil, con sus bellos ojos azules cerrados. Sandor se puso en pie y se apresuró a llevarla a la casa en la que había vivido en su estancia de Desembarco. La puso con suavidad sobre la cama de la casa y rompió su capa para limpiar la sangre del pajarito. No podía abandonarle, no ahora que había reunido el coraje suficiente para volver a por ella. Mientras lo hacía, escuchó a un grupo de hombres en la calle...

miércoles, 16 de julio de 2014

Adelanto del capítulo 5 - Por favor pajarito, dime que no estás muerta (Sandor Clegane)

Sansa simplemente asintió y se metió en el armario. Tyrion gritó como loco mientras iba por los pasillos “Sansa Stark ha huido de palacio insensatos. Buscadla". Tyrion no iba a permitir que la joven muchacha viviese amargada allí y más como su esposa

(...)

En ese momento no pensaba en otra cosa más que en correr. El plan de Tyrion había dado resultado y Sansa pudo escapar de palacio pero ahora si que corría peligro. Desde hacía unas cuantas calles, un pequeño grupo de hombres pobres la estaban persiguiendo. Otra vez se repetía la historia de hacía dos años y ahora no tenía a Sandor cerca para que la salvase.

(...)

Ese grito... a Sandor se le hacía muy familiar. Se quedó pensando unos instantes hasta que se dio cuenta, ¡era su pajarito y estaba en peligro! Tan rápido como pudo se levantó de la silla de aquella taberna y se apresuró al lugar de donde provenía el grito. Pero llegó tarde, cuando llegó, vio a su pajarito tendido en el suelo con los ojos cerrados. Se puso de rodillas a su lado y con mucho cuidado la cogió en brazos.
- Por favor pajarito, dime que no estás muerta. No podría vivir sin ti.

jueves, 26 de junio de 2014

Capítulo 4 - ¿Cómo, hacer yo voto de celibato? (Tyrion Lannister)

Ni Sandor ni Sansa deseaban levantarse de allí. Aquello había sido una experiencia que nunca olvidaría ninguno de ellos. Ambos se habían entregado al deseo que sentían el uno por el otro desde hacía tanto tiempo, pero debían levantarse. Quisieran o no, a Sansa la iban a casar con Tyrion Lannister. Suspiró y se incorporó, tapándose con la camisa de Sandor colocándose el pelo hacia un lado

-¿Ocurre algo pajarito? -Sandor estaba preocupado por ella. Se incorpora y besa con mimo su hombro- ¿Es por lo de tu boda con el enano?
-Así es Sandor. Tyrion es un hombre amable y bueno pero no le quiero y no quiero casarme con él. Cersei quiere retenerme para dejar claro que ellos gobiernan el norte. Necesito irme de aquí.
-Te sacaré yo, te lo prometí y lo cumpliré- se levanta y se viste con rapidez- Debes volver a palacio y tener cuidado. Esta noche volveré a por ti y nos iremos juntos con Desconocido a donde tú quieras, te lo prometo.

Sansa asiente y se viste con agilidad. Sacude la capa y se la echa a los hombros, colocándose la capucha sobre la cabeza. Intentaría estar tranquila todo el día hasta llegada la noche. Pasaría la tarde con lady Olenna y lady Margaery, evitando todo contacto con los Lannister. Lo que no sabía es que Cersei tenía otros planes para ella esa tarde...
Ambos amantes juraron contar el tiempo que les separaría de estar juntos para mantenerse calmados. Se despidieron con un suave beso y una sonrisa. Cada uno por su camino... ella cara palacio... él cara la ciudad...

EN PALACIO, DOS MINUTOS DESPUÉS

Lord Tyrion Lannister no era capaz de parar de caminar de un lado a otro. ¿De verdad se casaría con lady Sansa esa misma tarde? Su hermana tenía una mente retorcida, sin ninguna duda. La pobre era todavía una niña. Era hermosa, eso nadie lo dudaba pero el corazón de Tyrion pertenecía a otra mujer, Shae. Tenía que avisar a Sansa de los planes de su hermana cuanto antes, y él la ayudaría a escapar. A esas horas sabía que ella estaría dando su paseo por los jardines. Nada más salir de su habitación tuvo la suerte de toparse con ella de frente.

-Lady Sansa, tenemos que hablar. Es un asunto de extrema urgencia, por favor.
-Claro lord Tyrion, vayamos a la biblioteca, allí nadie podrá escucharnos.
-Ambos caminan hacia la biblioteca y al comprobar que no hay nadie, cierran bien la puerta- Mi hermana quiere casarnos esta misma tarde y ambos sabemos que siempre hace lo que quiere. Sois una muchacha encantadora y muy hermosa pero se que no deseáis casaros conmigo y yo con vos tampoco. Debéis uir cuanto antes y yo os ayudaré. Os esconderé, diré que os habeis ido y os dejaré marchar.
-Gracias lord Tyrion, sois muy amable. Os devolveré el favor algún día.

Después de un poco más hablando salen de la biblioteca y caminan hacia los aposentos de lord Tyrion. Le advierte a Sansa que no salga escuche lo que escuche no salga ni haga ningún ruido.

martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 3 - ¡Fuck the king! (Sandor Clegane) { +18 }

- ... os quiero. Y lo digo con sinceridad Sandor. Solo he pensado en vos desde lo del Aguasnegras. En poder besaros, acariciaros, pasar cada momento del día entre vuestros brazos. Hasta perder la virginidad con vos. Se que os sonará a mentira, pero es así. No he dejado que nadie me toque en ese sentido.

Ahora si que Sandor no se creía las palabras de Sansa. Él también deseaba ser el primero y el único para su pajarito. Se quito la armadura y la dejo a un lado. Se sentó a su lado y con una mano rodeó la cintura de Sansa, recostandola sobre él. Iba a hacer que aquel momento fuese especial para ella. Sandor sería cuidadoso y dulce durante todo el tiempo que estaría con Sansa. Cuando estuvo sobre él, Sansa le besó sacándose la capucha. Su melena pelirroja cayó por sus hombros, acariciando las mejillas de Sandor con su meneo. Logró sacarle la capa y estirarla al lado. Sandor dejó a su pajarito sobre la capa, para colocarse encima de ella pero sin hacerle daño. Volvió a besarla, suave, con un cariño desconocido en él. Deslizó sus labios hasta el cuello de Sansa en donde depositó varios besos continuos en diferentes puntos de él. Sus manos acarician su cuerpo hasta llegar al dobladillo de su vestido.
Lentamente le va subiendo el vestido hasta poder desnudarla del todo y observar su cuerpo. Ella le metió las manos por dentro de la camisa antes de sacarsela, haciendo que solo le quedaran los pantalones.
Sandor bajó sus besos por su cuello hasta llegar a sus pechos y acaricio sus caderas.
Sus manos agarraron las piernas de Sansa y rodearon su cintura mientras él seguía cubriendo su cuerpo de besos y acercandola más al él como si quisiera que el espacio que inevitablemente los unía desapareciese.
Sansa se aferraba a su cuello como si la vida le fuera en ello y disfrutaba de cada roce y cada beso que el le daba. Sandor se deshizo del pantalon y lo arrojo a un lado lejos de ellos. 
Muy lentamente fue introduciendose mientras ella se abría más para dejarle paso. Sus alientos se mezclaban y sus respiraciones eran entrecortadas mientras él se movía lenta y suavente para que ella disfrutara y no le doliera.
Los movimientos fueron haciendose más rápidos a medisa que los besos se hacían más apasionados hasta que los dos llegaron al mismo punto y se derrumbaron el uno al lado del otro. Después de haber cogido aire, Sansa apoyó los brazos en el pecho de Sandor para apoyar su cabeza a la vez que esté rodeaba la cintura de ella con los dos brazos. Nunca olvidarían ese día tan especial para ellos en donde se sinceraron el uno con el otro.



Capítulo 2 - " En la vida real, los monstruos vencen" (Sansa Stark)

Sandor no se había creído que su pajarito hubiese dicho eso. ¿Le había echado de menos, de verdad? Para él eso era impensable. Nadie le había echado nunca de menos y menos ella. En cambio, Sansa no se impresionó como él cuando lo dijo. Necesitaba decirlo. Cada noche dormía cubierta por la capa de la guardia real de Sandor, con sus manchas de sangre. Y lloraba, lloraba hasta quedarse dormida. Repetía continuamente "En la vida real, los monstruos vencen. Sandor, por favor, ven pronto a por mi"

- Os he echado tanto de menos - le abraza sin poder contenerse.
-Y yo a ti pajarito, y yo a ti - suelta un suspiro y también la abraza, apoyándola en su pecho con cuidado. - Pero he venido a por ti, como te prometí en el Aguasnegras hace unos años.
- Habeis llegado en el momento oportuno. La reina regente me va a obligar a que me case lord Tyrion.
- ¿Cómo? - la aparta para mirarla a los ojos. Se perdía en el azul profundo de ellos - No puede hacerte eso, no a ti Sansa.

Sandor vuelve a abrazarla contra él. No permitiría que esa... bruja la casase con  Tyrion Lannister. Todo el mundo conocía su fama y no quería que nadie dañase a su pajarito. Y Sandor tenía claro que no iba a permitir que fuese Tyrion quien lo hiciera. Le acarició con suavidad su larga melena pelirroja mientras inspiraba su aroma. Siempre le había gustado mucho, ese olor a flores y a miel que la caracterizaba. A Sandor y a Sansa les hubiese gustado estar así todo el día pero no debían, así que Sandor le puso la capucha y la tomo de una de sus manos. Caminaron hasta palacio, pero por un camino que nadie conocía. Llegaron a una parte del jardín a la que nadie se había atrevido a llegar. Estaba descuidada y con la hierba alta, lo que les favorecería a ambos en unos pequeños instantes.

- Sandor, hay algo que quiero deciros -se sentó en la hierba y esperó a que él se sentase a su lado- Se que os puede parecer extraño pero... os quiero

-----------------------------------------

Hola, siento que sea tan corto pero lo compensaré con el 3° cap.
AVISO: El cap. 3 será {+18}

sábado, 21 de junio de 2014

Capítulo 1 - "Prometo que volveré a por ti" (Sandor Clegane)

Habían pasado dos años desde que Sandor y Arya se habían ido de Desembarco del Rey. Sansa ya no era aquella inocente niña que había llegado con su padre tres años atrás. No, Sansa ya estaba cansada de las historias sobre caballeros de brillante armadura y damas que soñaban con casarse con uno y ser "Lady... señora de..." Desde hacía dos años la joven Stark solo soñaba con él, con Sandor Clegane. Ella era su pajarito, al que le había robado un beso y una canción y sin él darse cuenta, el corazón. 













DOS AÑOS ANTES, BATALLA DE AGUASNEGRAS

- ¿No va a herirme?
- No pajarito, no voy a herirte. Nunca podría herir a un animalito como tú.
- Gracias ser, os lo agradezco -La joven Sansa se sienta en la cama y coge una de sus muñecas-
- No soy ser lady Sansa, solo soy un perro, un perro al servicio de ese pequeño rey bastardo. Os maltrata y vos seguis queriéndole como esas tontas damas de las historias y las canciones. Os mereceis algo mejor Sansa y lo sabeis. Me voy de Desembarco del Rey, pero os juro que volveré a por vos y os llevaré conmigo.

                                                                          (...)

Y, años después, el pajarito seguía esperando en Desembarco a que Sandor volviese por ella y la sacase de ese infierno. Esa esperanza iba poco a poco desapareciendo. Pasaban los días, las semanas, los meses... Y él no volvía. Cada mañana hacía lo mismo, se ponía uno de sus vestidos y paseaba por los inmensos jardines toda la mañana, comía lo mínimo que el cuerpo le pedía y volvía a pasear hasta que la luna se veía alta en el cielo. Entonces ella se iba a su alcoba y se acostaba, pero ese día no lo hizo así. Ese día, se levantó muy temprano, se puso su vestido azul favorito y se fue a las cocinas. Allí las cocineras le dieron un trocito de pan y un vaso de leche. Se lo tomó todo y salió del castillo con la capucha puesta. El sol no había salido todavía lo que le daba ventaja para poder estar sola en ese momento. 
Por otro lado, Sandor Clegane acababa de entrar en Desembarco del Rey. Durante ese tiempo nunca había olvidado la promesa que le había echo a su pajarito, que volvería a por ella y se la llevaría lejos de toda aquella panda de ratas mentirosas que solo la dañaban. Caminó con rapidez por las calles y callejuelas que le llevarían directamente al castillo. En una de ellas observó la figura de una muchacha, pero llevaba el rostro bajo. Supo que era su pajarito cuando logró ver uno de sus mechones pelirrojos. La siguió hasta que consiguió alcanzarla y agarrarla de un codo.
- ¡Soltadme ahora mismo señor!
- ¿Desde cuando su pajarito tenía tan mal genio? No sabía porqué pero en ese momento Sandor sonrío y negó con la cabeza- Veo que mi pajarito se ha convertido en un hermoso lobo. -La giró hacía él y le bajó la capucha con suavidad- 
- Sansa observó con atención quien era. No había cambiado nada desde que se había ido- Te has perdido muchas cosas, Sandor. Demasiados han sido los golpes que he tenido que soportar para hacer tal cambio. Os he echado de menos todos estos años.